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La creación supone un proceso continuo que se expresa a través de diferentes soportes y momentos siendo el boceto un sitio fundamental y de encuentro para la imaginación a la hora de crear cualquier obra gráfica original.
Las siguientes líneas pretenden ser una invitación a la realización creativa a través del boceto y a considerar la importancia que puede tener (y no sólo para el artista visual) el sketchbook como herramienta.
El boceto marca el inicio a la primera traducción entre la inspiración, la imaginación y su soporte final sea cual sea este. Un uso conocido del sketchbook es el que le dio el artista francés romántico Eugène Delacroix (1798 – 1863) quien en sus viajes al norte de África, como parte de una misión diplomática en 1832, se valió de sus bocetos para poder capturar secretamente a las mujeres de religión musulmana, las cuales por su propia creencia se les impedía salir al público descubiertas.
Y es que los artistas siempre han tenido la necesidad de anotar en cuadernillos, libretas o libros en blanco todas aquellas ideas que les venían a la cabeza. Bocetos o esbozos del paisaje que tenían alrededor, apuntes rápidos de anatomía, estudios de poses de figura humana, o incluso diseños de paisajes. Es el comienzo de todo el proceso creativo.
Estos libros de bocetos son una herramienta básica de trabajo, con hojas de papel en blanco o crema donde probar materiales y técnicas antes de hacerlo en la tabla o el lienzo, donde se consideraba la obra de arte final. Estaban formados por papel de gran calidad para poder usar lápiz de grafito, carboncillos, crayon conté, sanguinas, tintas, acuarelas, etc.
Así que, en el mundo de los artistas el soporte base siempre es su sketchbook, o libro de pruebas, donde se atreven a esbozar aquello que les pasa por la cabeza o a probar técnicas nuevas. Pues bien, en estas libretas, donde se supone que solo aparecen esbozos e ideas, algunos artistas logran ilustrar verdaderas genialidades, creando un libro personal y lleno de imaginación.
De bocetos a obras de arte originales
El sketchbook es, a la par de quienes se dedican a usar tal herramienta, sustancialmente diverso. Es un diario tanto textual como como gráfico, un tratado (propio y para con los demás) y una efectiva revelación personal de como se observa, percibe e incluso se traduce la naturaleza y la vida.
En este sentido, el boceto es una primera captura y punto de partida que no requiere una elaboración sobre dimensionada. El desarrollo de tales ideas puede llevarse a cabo en otro soporte o en páginas siguientes del sketchbook, permitiendo con el uso disciplinado del mismo, agrupar diferentes puntos de partida gráficos o textuales que pueden llevar a sitios completamente diferentes de cuando se anotaron originalmente.
Son auténticas joyas artísticas porque en ellos se guarda toda la espontaneidad, frescura, inmediatez, personalidad, libertad, pureza, emoción, fuerza, sinceridad y autenticidad del artista que los creó. Los bocetos y apuntes están hechos tal cual se sintieron en el momento en que se hicieron, sin retoques ni mejoras. Es algo íntimo y personal, por eso tienen tanto valor.
A continuación hemos hecho una pequeña introducción de lo que representa un sketchbook para el artista Oriol Angrill, para darnos un paseo por el crecimiento y desarrollo de sus obras gráficas originales, que ofrecen muchas posibilidades dentro del género del arte.
Desde el año pasado que este artista está experimentando con los bocetos ya que no requieren tanta inversión de tiempo y es la mejor manera de adquirir un estilo propio y así, ver la evolución página a página de la obra. El resultado es que hay una gran variedad de estilos y pruebas y, según su estado de ánimo, se vislumbra que la calidad del dibujo varia dramáticamente.
En ellos, hay plasmado fotografías de paisajes y texturas para tener más material de la naturaleza y poder trabajar con ello más adelante. En cuanto los sketches, utiliza rotuladores que hasta ahora no ha utilizado nunca.
Así que, el uso de un sketchbook es muy recurrente en los artistas con el fin de apuntar de manera rápida alguna idea. Es muy útil para mejorar la habilidad técnica y adquirir un estilo más definido y seguro.
Estos libros de bocetos o sketchbooks, a pesar de ser algo indispensables para el artista o diseñador, sólo tenían valor preliminar, cosa que actualmente ha cambiado por completo.
Ahora, el boceto se considera como pieza artística en sí misma y a mediados del s. XX nació como una nueva forma de expresión plástica, pasando a ser obras de arte originales, personales y geniales, dibujadas y pintadas con multitud de procedimientos y técnicas.