Cómo determinar el precio de una obra de arte

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¿Cómo se fija el precio de una obra de arte?¿Cuánto debemos pagar por ella? Para responder a estas preguntas, hay que analizar todas las variables que influyen en el precio final de una pieza: mercado, precio, producto, autor, valor, oferta, demanda…

El trabajo personal del coleccionista es fundamental para forjar un buen recopilatorio de arte. Existe un enorme trabajo detrás de cada compra: de formación, de búsqueda de nuevos artistas, de educar la mirada, de leer, viajar, escuchar y, sobre todo, de aprender.

El mercado del arte es muy peculiar porque tiene dos mercados: uno primario, el de las galerías o el mercado online (que da salida a las obras de arte recién realizadas por el artista) y el secundario, el de las subastas o de segunda mano (en este apartado también se incluye el online).

La diferencia está en que en el primario, las galerías promocionan a sus artistas e intentan crear una marca con su nombre y en el secundario prima el currículum del artista y la perspectiva histórica. Esto determina el precio de una obra de arte.

El precio de una obra de arte: dos mercados en uno

Don Thompson, un economista anglosajón y profesor de ciencias empresariales, investigó durante años cómo funciona este mercado para escribir el libro El tiburón de doce millones de dólares (editorial Ariel), donde se pregunta por qué razón invirtió un banquero multimillonario de Manhattan hasta 12 millones de dólares por la carcasa de un tiburón en proceso de descomposición de Damien Hirst o qué misteriosa alquimia hizo que la pintura nº5 de Jackson Pollock se vendiera por 140 millones de dólares o cómo llega una chaqueta de cuero con una cadena plateada tirada en una esquina a Sothebys a dejar en la casa de subastas la suma de 690.000 dólares.

Este análisis exhaustivo de una lógica inapelable de Thompson demuestra que se trata de un mundo en el que prima la marca y que el precio de una obra de arte, en la mayoría de los casos tiene más cosas en común con la economía y el marketing que en lo que tradicionalmente se ha entendido como arte.

Entonces, ¿cómo se fijan estas cifras? ¿Cómo podemos saber cuál es el precio que debemos pagar por una obra de arte? Aquí hemos de distinguir entre los dos mercados. En el primario, el precio se basa en las dimensiones y en la reputación del artista: esto quiere decir que si en una galería hay diez cuadros de un metro cuadrado del mismo artista, de la misma fecha y de la misma condición todos valen lo mismo, no hay diferencia de precio, son sustituibles.

En el mercado secundario, cada precio de una obra de arte es asignado de una forma exclusiva para cada pieza: no es lo mismo una obra clave dentro de la producción de un artista que una obra reciente que no sabemos muy bien qué significa dentro de su trayectoria.

Los galeristas trabajan directamente con sus artistas y tratan de tejer una red de promoción a través de exposiciones, ferias internacionales, eventos relevantes, presentaciones, medios de comunicación… lógicamente intentan dar visibilidad a sus artistas.

Los galeristas pasan a ser una especie de árbitros porque están apostando por un criterio y una serie de artistas. Apuestan por el futuro, exponen ahora para que en un futuro se revalorice el autor y la obra. Aquí aparece el concepto del branding, la creación de una marca estética.

En el mercado secundario, sin embargo, la procedencia de la obra de arte es esencial: no es lo mismo que se ponga a subasta por una colección de reconocido prestigio que por alguien desconocido, igual que no es lo mismo que sea de un artista prestigioso que uno que no sea reconocido por el mercado. Es muy importante también la conservación de la pieza y las condiciones físicas en las que salga para determinar el precio de una obra de arte.  

Valor y precio de una obra de arte

Para determinar el precio de una obra de arte existen elementos objetivos, como el autor, las dimensiones, la época, la técnica o el estado de conservación. Y otros subjetivos, porque no hay que olvidar que estamos hablando de arte, de objetos únicos y que cada uno de ellos va a formar parte de la historia mental del coleccionista. Este comprador, pues, va a responder a un impulso y a un valor sentimental que el mercado no va a valorar pero que, sin embargo e indudablemente,  lo tiene.

Los aspectos subjetivos complementan los objetivos y por sí mismos nunca podrían explicar el precio de la obra de arte. La percepción de valor que las personas tienen de cualquier producto o servicio, sea arte u otra cosa, depende de los demandantes.  

Esto se ve muy bien cuando Banksy puso un tenderete con sus obras en Central Park con precios entre 10 y 30 dólares y se quedaron la mitad sin vender, siendo uno de los artistas actuales más cotizados del mundo. ¿Qué habría pasado si se hubieran vendido en una subasta o por internet?

El mercado del arte también tiene una parte de publicidad y una curva de oferta y demanda: cuando lo haces más conocido lo haces más deseable y, por lo tanto, aumenta la demanda y aumenta el precio.

Todos los mercados tienen sus características y el del arte no es diferente al resto. Es un mundo apasionante que ofrece experiencias impagables, que abre ventanas desconocidas para explorar un nuevo mundo pero en el que hay que saber moverse para no equivocarse en el precio de una obra de arte.

Pero en el mercado del arte se puede influir. Quien paga 50 millones por una obra tiene capacidad de influir y hay que tenerlo en cuenta. Un estudio de ‘The Art Newspaper’ publicado recientemente muestra cómo todas las piezas expuestas en el 30% de las principales exposiciones de los museos de Estados Unidos entre 2008 y 2017 pertenecen solo a cinco galerías: Gagosian Gallery, Pace, Marian Goodman Gallery, David Zwirner and Hauser & Wirth.

Aunque estas galerías representan a los mejores artistas (tanto actuales como históricos) no hay que olvidar que el juego interior del mercado del arte traspasa paredes y las mismas personas que compran arte son miembros de los patronatos de los museos.

Si quieres saber más sobre cómo adquirir arte lee este artículo: ‘Todo lo que tienes que saber para comprar obra gráfica’.